PERÍODO TEMPORAL:
Proyecto y obra: 2013-2015
UBICACIÓN
Barrio Un Techo Para Todos, La Matanza, Área Metropolitana de Buenos Aires.
El Centro Comunitario Pere Riera es un espacio comunitario de escala barrial donde se desarrollan múltiples actividades. Para que puedan realizarse en simultáneo, el proyecto se organiza en torno a una nave central que oficia de espacio catalizador y multipropósito, a ambos lados espacios de menor escala contienen actividades de mayor especificidad técnica. La nave genera una franca comunicación entre el patio interior ubicado en el contra frente y el acceso, espacio que se brinda francamente a la plaza pública que se halla al otro lado de la calle.
El proyecto propone una secuencia espacial que va promoviendo mayores niveles de apropiación en la medida que se especializan las funciones; en el sector central del volumen prismático se incorpora una bandeja donde se realizan proyecciones, esta bandeja desdobla la altura del ingreso y propone una lectura relacional del espacio sin muros fijos, recuperando la idea de “rincones de trabajo” tan fácil de comprender por los niños.
En cuanto a su materialidad, los muros de cerramiento son bloques de hormigón de 10 cm, carpinterías de aluminio y cubierta combinada de chapa de zinc y losa de hormigón armado. La propuesta constructiva recupera el uso de materiales ampliamente frecuentados por la comunidad incorporando aspectos técnicos y espaciales que tiene como propósito facilitar el mantenimiento, la construcción, la iluminación y la flexibilidad del espacio.
La obra propone diversidad de situaciones en la configuración de sus límites, en ocasiones tamizando la luz, a veces con permeabilidad absoluta, y en otras cerrando sus bordes plenamente. Estas disposiciones que surgen de las calidades espaciales pretendidas, son también una forma de mostrar diversidad de resolución con materiales constructivamente sencillos y relativamente económicos, de manera de operar también como posible instrumento de enseñanza en los talleres de hábitat barriales. El mismo criterio se utiliza al disponer las instalaciones de manera exterior, simplificando la obra, adecuándose a la discontinuidad en el flujo de fondos y posibilitando también reparaciones económicas.