Día 8
Pinar de Rio. Patrimonio, políticas públicas y participación.
El octavo día de nuestro viaje fue intenso, y sumamente rico en experiencias. Era el día de cumpleaños de nuestra anfitriona. La Dr. Dania González es oriunda de Pinar de Rio, y había incluido en nuestro cronograma pasar su cumpleaños con ella allí. Nuestra lectura desde aquí, fue que se trataría de una jornada de festejo, sin embargo cuando llegamos supimos que no que los festejos eran un pequeño porcentaje de la ajetreada agenda que Dania nos había preparado. El programa incluía una reunión de intercambio junto a los Arquitectos de la Comunidad de Pinar de Rio, refrigerio, visitas a obras públicas de vivienda del gobierno local junto al presidente del Instituto de Vivienda, almuerzo con boñato, cangrejos, jamón y pollo, un recorrido por Viñales y sus mogotes, una villa pintoresca patrimonio de la humanidad, todo esto saliendo de la Habana a las 7, recorriendo las dos horas de autopista, para retornar por la tarde del mismo día. Así descubrimos, que compartimos con Dania la pasión por nuestro trabajo, entendido como el cauce de nuestro aporte a la transformación de la realidad; ella que resignaba una jornada relajada de cumpleaños para acompañarnos en la travesía.
Salimos entonces temprano por la mañana. Nos pasó a buscar una de las dos combis de la que dispone el Ministerio de la Construcción de Cuba (MICONS), dispusimos de este privilegio producto de gestiones múltiples que comenzaron allá por Marzo. Nos acompañó una experimentada funcionaria del MICONS, Dania, el Arq. Walter López, y Guille, el joven Ingeniero hijo de Dania. El viaje se hizo breve gracias a los hermosos paisajes serranos y a la agradable conversación en la que nos iban poniendo al día sobre la realidad habitacional Pinareña.
Nos esperaban en la sede de ArqCom Pinar de Rio, con la hospitalidad y generosidad característica de este pueblo. Nos reunimos en su sede, y comenzaron las presentaciones. En esta ocasión, Dania nos presentó (a la Arq. Eugenia Jaime y a quien escribe) como miembros de ArqCom Bs As, interesados en la extendida experiencia de Arquitectos de la Comunidad de Cuba. El arquitecto López Borbón, por su parte, oficiaba como especialista en trabajo participativo en el Hábitat Popular, autodefinido “arquitecto descalzo” desde nuestro punto de vista, era un arquitecto de la comunidad desde hace tiempo.
Se presentaron formalmente los ArqCom de allí, en las palabras de sus representantes formales, y comenzaron las dos exposiciones, que alcanzarían para dar pie a un intenso debate. En primer lugar, luego de distribuir a todos los asistentes un pequeño resumen escrito de una carilla de su método de trabajo, y comentarnos la esencia participativa de su tarea, expusieron el caso de una familia, y el proceso de diseño y materialización de una reforma y ampliación.
El método que utilizan es el que desarrollara el Arq. Livingston en su libro en la década del 90, que tomara y extendiera como política pública junto a la Arq. Selma Díaz. Allí realizamos algunas aclaraciones que eran necesarias para abrir un debate que se apoye en los puntos de acuerdo común, y en el conocimiento mutuo de las posiciones de cada uno respecto del problema. En primer término, nosotros no formábamos –desgraciadamente- parte de una política pública, sino de una organización gremial que incluía en su interior grupos que utilizaban métodos diversos en contextos diversos. En segundo término, desde Proyecto Habitar, hemos hecho foco ya hace tiempo en el trabajo colectivo, orientado a su implementación local como política pública generalizada, tal como existe el sistema de salud (a diferencia del método del Arq. Livingston desarrollado en Argentina para casos unifamiliares, casi exclusivamente en el ejercicio liberal de la profesión). Entonces nuestro trabajo en los Consultorios de Atención Primaria de Hábitat se realiza en talleres, junto a organizaciones sociales, barriales o vecinales, apoyándonos en conceptos propios de la psicología social como el grupo operativo o la adaptación activa. El arquitecto colombiano relato también algunas experiencias de trabajo colectivo, entendiendo esta tarea como un medio para la organización comunitaria y la transformación social.
Por ultimo también aclaramos que teníamos un debate abierto, una diferencia publica con el Arquitecto Livingston, quien considera que Arquitectos de la Comunidad solo se pueden hacer llamar aquellos que se han formado con él, con su método, mientras que nuestra posición ha sido siempre incluir en este concepto a todos los arquitectos y arquitectas que trabajan en el hábitat popular, aportando a la producción social del hábitat, con los diferentes métodos que cada contexto y cada proceso territorial demanda o permite, entendiendo que el que creara el arquitecto Livingston junto con la arquitecta cubana Selma Díaz son una base metodológica de gran utilidad. Este debate ha sido explícito y público, y hacia el comienzo del 2º encuentro nos hizo saber que la diferencia también tenía un aspecto vinculado a la propiedad intelectual del nombre «arquitectos de la comunidad», hecho que prohibía el uso de esa «marca» sin su consentimiento en la Argentina. Así fue que en Septiembre de 2012, luego de la asamblea de cierre del segundo ELAC, pasadas varias horas de debate, con la participación de cientos de arquitectos y estudiantes de Buenos Aires y La Plata, se resolviera cambiar el nombre del Tercer ELAC de Caracas a “Encuentro Latinoamericano de Arquitectura Comunitaria”, término posee la virtud de ser un concepto inclusivo, no asociado a ningún método en particular.
El segundo ejemplo expuesto durante aquella mañana por los ArqCom de Pinar de Rio, fue tan sustancioso como provocador, e inicio un debate que no cesaría hasta el almuerzo. Se trataba de la restauración y pintura de los frentes de una cuadra céntrica de Pinar de Rio. El caso que nos presentaban era un convenio de articulación entre el Instituto de Vivienda, dependiente del Ministerio de la Construcción, y los Arquitectos de la Comunidad de Pinar de Rio. El Instituto posee los medios y la competencia para pintar esos frentes, y ArqCom le correspondería realizar el trabajo de determinación de los colores. Nos mostraron el estudio minucioso de los estilos y épocas de cada construcción, el relevamiento técnico de los frentes y su levantamiento digital (tanto en CAD como en imagen). Nos explicaron inclusive que habían informado a los frentistas que debían pintar del mismo color cuando la propiedad era de varias familias si se trataba de un solo edificio, para respetar estas determinantes de estilo original, por ejemplo un edificio de 12 metros de frente, con tres puertas diferentes a tres viviendas. Se trataba de un trabajo que incorporaba varios aspectos de innovación respecto a la práctica habitual. Según nos explicaba ron después lo que sucede en la mayoría de los casos es que no hay recursos para pintar (ni públicos ni privados) o, cuando aparecen los recursos públicos, la pintura de los frentes se determina según el color que el pintor municipal de turno resolvía o era el único que disponía en ese momento.
Pero allí comenzaron una serie de preguntas de los invitados, que, quizas con algo de imprudencia, comenzamos a realizar ¿Cómo habían participado los pobladores de esa cuadra de ese proceso? ¿Qué aspectos del método participativo que contaron como estructural de ArqCom se aplicaba en estos casos? ¿Cuál era la relación de estos procesos colectivos con los múltiples estamentos de organización comunitaria que Cuba posee instalados hace años? (Colectivos de trabajo, Comités de Defensa de la Revolución (CDR), Partido). Nos fuimos enterando que los vecinos habían sido informados, que el método de Livingston solo se aplicaba al diseño de reformas unifamiliares (tal cual es su objeto original) y no habían desarrollado ninguna alternativa para encargos colectivos o de otro programa, que no se articulaba con organizaciones sociales existentes por falta de tiempo, cuestiones que sirvieron para hacer algo movida la mañana, y más que interesante el debate, que mostraba rápidamente que todas los procesos territoriales son complejos, todas las políticas mejorables y cuan nutritivo se vuelve un debate cuando el espíritu del colectivo es crítico, autocritico y constructivo.
En medio del debate, una especialista Cuba explico una diferencia sustancial entre los roles que socialmente, históricamente, habían llevado adelante los Arquitectos de la Comunidad de Cuba, y el colectivo de ArqCom de Buenos Aires. Dijo “compañeros, tenemos que entender que ellos, allá, en un país capitalista, realizan el trabajo comunitario y participativo, casi como una forma de lucha contra el capital, mientras que aquí en Cuba, Arquitectos de la Comunidad es lo más parecido que tenemos al ejercicio liberal de la profesión. Ellos quieren diseñar y construir para los que no tienen recursos, que no pueden resolver su situación sino con la asistencia del Estado. Mientras que aquí diseñamos y construimos para los que, teniendo recursos, no podían hacerlo por los impedimentos formales o legales que existían desde el Estado.”
Nos comentaron finalmente, que Arquitectos de la Comunidad de Cuba, programa estatal que hoy cuenta con oficinas en los 168 municipios del pais, esta siendo atravesado por el conjunto de reformas que suceden en la Isla desde el ultimo congreso del PCC. En lineas generales estas medidas tienden a la descentralizacion del aparato productivo estatal, acompañado por la incorporacion de algunas formas de cuentapropismo y primeras aproximaciones al cooperativismo. En este caso, de ser un organismo estatal presupuestado (cuyo salarios son garantizados por el Estado, mas alla de su produccion) Arquitectos de la Comunidad de Cuba pasar a funcionar como empresa estatal, lo que implica que entre sus objetivos incorporara el autosostenimiento. Por el momento no es posible conocer las implicancias de este cambio de matriz en la organización, tipo de tareas y metodos de trabajo de este equipo.
Luego de la reunion, nos invitaron a comer a Viñales, hermosa ciudad cercana a Pinar de Rio, patrimonio de la humanidad. El viaje hasta alli y almuerzo complemento con amabilidad las rispideces de la polemica matutina, luego de la entrada y el primer plato, las pequeñas magulladuras de la polemica estaban saldadas, y la hospitalidad permantente de los cubanos seguia dominando la escena. Nos comentaron el doble efecto de esta categoria patrimonial. Desde el punto de vista economico implica potenciar la visita permantente de turistas y el movimiento asociado a ellos.. Desde el punto de vista del problema habitacional local, impide las reformas y ampliaciones de las viviendas que no respeten las caracteristicas del perfil historico, determinadas estrictamente desde un punto de vista formal-estetico comprendido desde estos parametros internacionales. Por ejemplo, no superar alturas de dos pisos, o estar obligados a techar con tejas.
En un pais como Cuba, bloqueado en su economia internacional, y muy limitado en su producion local, este tipo de restricciones resultan en prohibiciones absurdas, que obligan a las familias que crecen a ejecutar sus ampliaciones y reformas por fuera del circuito formal. En otro sentido, uno de nuestros anfitrones, objetaba la restriccion global de altura, en una ciudad de perfil sinuoso. Debido a que por estas caracteristicas topograficas, construir en los sectores bajos edificios algo mas altos, no afectaria para nada la integridad del casco historico. Este tipo de particularidades no son aun tenidas en cuenta por los gestores de las restricciones asociadas a los sitios que son patrimonio mundia. Recordabamos en aquella oportunidad un discurso atribuido a Chico Buarque*, que devolvia una consulta que le realizaron en EEUU sobre la necesidad de internacionalizar el Amazonas, pidiendo que al mismo tiempo se internacionalicen las reservas de petroleo o las finanzas mundiales.
Durante el recorrido pudimos ver diversas obras públicas de vivienda social, casas sobre lote “propio” adaptadas a las personas con capacidades diferentes, que se estaban ejecutando en ese momento. También pasamos por algunos sitios turísticos interesantes, como miradores y murales de gran envergadura. El viaje de vuelta nos encontró cansados pero colmados de nuevas imágenes e ideas. A la vuelta compartíamos música de ambos países, llegando por la noche, tarde a La Habana.
Día 9
De La Habana a Santiago.
El noveno día estaba destinado al viaje a Santiago de Cuba, de lo que sería la segunda etapa de nuestra estadía en la Isla. Salíamos por la tarde en micro, así que preparamos una mañana de caminata y playa, que nos cansara lo suficiente para dormir durante el largo viaje que recorre casi todos los mas de 1000 km que tiene de Oeste a Este este territorio que Guillen bautizara como “un largo lagarto verde, con ojos de piedra y agua”.
2013. Arqs. Julián Salvarredy y Eugenia Jaime, en Proyecto Habitar.