Desde Proyecto Habitar queremos rememorar este día exponiendo en primer lugar nuestro respeto y admiración por los millones de trabajadores del mundo que con su trabajo manual hacen posible día a día la producción en términos amplios. En segundo lugar, queremos situarnos a su lado en calidad de trabajadores intelectuales que no están de acuerdo con someter su producción al servicio de quienes tienen el poder de decidir qué tenemos que pensar.
Nosotros, arquitectos formados para el desarrollo de la profesión liberal, estamos jodidos porque no solo es inmoral aceptar algunos encargos de quienes tienen los recursos sino que además el 80% del trabajo profesional que hacemos está destinado a gestionar recursos y permisos frente a distintos escritorios de Desarrolladores inmobiliarios, administraciones públicas, etc. Esta actividad se lleva el 90% de nuestro tiempo y el 10 % restante, cuando nos queda cabeza, lo podemos usar para pensar algo socialmente valioso.
Y ¿por qué hacer esto? La realidad nos presenta otra encomienda; hacen falta miles de arquitectos en cada barrio, en cada emprendimiento, en cada movimiento barrial, en cada fábrica, que puedan aportar como cuadros técnicos al desarrollo de la construcción de la ciudad.
Somos trabajadores, que junto a nuestros compañeros sindicalizados reclamamos por nuestros derechos. Queremos terminar con la mentira del trabajo por el honor. Los servicios que brindamos son trabajo, trabajo que se puede medir que se puede evaluar y que no nos pone en ningún lugar distinto a quien trabaja con sus manos.
Sin contrato de trabajo, debido a estos honores, los arquitectos no recibimos seguridad social que otorga la legislación laboral en otros casos. Esto es muy importante porque los arquitectos de Proyecto Habitar queremos trabajar para los que no pueden pagar honorarios y si no tenemos un sindicato que nos proteja no podemos responder a la demanda que nos urge.
Para nosotros el arquitecto es un trabajador que tiene que dar respuesta a las necesidades del hábitat que la constitución dice garantizar. Comitentes organizados nos sobran, lo que falta es un cambio en la concepción del profesional arquitecto, necesitamos un TRABAJADOR.
Las características de la actividad profesional necesarias, se fundarán en la reflexión profunda acerca de las necesidades requeridas y la organización de los problemas en sistemas y subsistemas de acción para poder pensar las respuestas más ajustadas a los recursos e intereses sociales manifiestos y latentes.
Desarrollando instrumentos de acción pública y revisando las estrategias constructivas repetidas hasta el hartazgo sin evaluación crítica. Proponiendo creativamente acciones realizables en el corto y mediano plazo.
Desde Proyecto Habitar queremos diseñar, construir y teorizar nuestros proyectos que no son más que los proyectos que nuestra sociedad requiere con urgencia. Trabajando colectivamente, hecho que pone en valor a cada uno por su vínculo con el otro. Situados donde la necesidad se presenta y la organización se vislumbra.
Estudiando rigurosamente la relación entre las acciones y los cambios producidos, para poder mejorar los procesos de diseño, gestión de espacios arquitectónicos y urbanos para luego llevarlo a las aulas universitarias donde se promueve la formación de los futuros profesionales. Escuchando des prejuiciadamente la cruda experiencia de la vida cotidiana en los barrios populares. Rescatando la preexistencia de lo producido, poniendo en valor el tremendo esfuerzo humano que hay detrás de cada obra de vida.
1° de mayo de 2017, Proyecto Habitar