DECLARACIÓN EN EL DIA MUNDIAL DEL HÁBITAT. ENCUENTRO POR UN HÁBITAT JUSTO Y DEMOCRÁTICO

Encontrarnos para profundizar nuestro trabajo colectivo y creativo en la construcción de territorios más justos y democráticos, resulta más necesario y urgente que nunca.

Personas, organizaciones, instituciones que lo hacemos hace muchos años sabemos que la crisis económica actual ha pegado duro en la situación habitacional de la mayor parte de la población, especialmente en nuestros barrios populares, afectando en mayor medida a mujeres, jóvenes y disidencias.

En este contexto, proponemos encontrarnos en un espacio común, reunir e intercambiar nuestros saberes, compartir perspectivas sobre el estado de situación y construir colectivamente un nuevo conocimiento que alumbre las próximas acciones, que estarán guiadas por la perspectiva de derechos, tan noblemente arraigada en el corazón de nuestro pueblo.

Las y los abajo firmantes consideramos inaceptable la injusta situación habitacional de nuestro pueblo, conocemos las valiosas experiencias históricas que hemos construido y dan cuenta de que es posible avanzar hacia un territorio justo. Denunciamos el abandono y la desidia que el gobierno nacional práctica sobre nuestros barrios y sus poblaciones, reclamamos acciones urgentes y la imperiosa activación de políticas habitacionales, urbanas y ambientales suspendidas y de las obras abandonadas.

 

Sobre la situación del hábitat: 

En la actualidad se combinan, dramáticamente en nuestro país, la historia de injusticia territorial con el gobierno nacional más insensible e inhumano que ha conocido nuestra democracia.

Esto implica la confluencia de la reproducción sistemática de la desigualdad e injusticia en el territorio, que históricamente condena a millones de habitantes a la precariedad habitacional, con el nefasto accionar del gobierno nacional en detrimento de la naturaleza social del Estado y su estructura de derechos, que se manifiesta en el abandono irracional de las obras y políticas habitacionales, urbanas y ambientales, la persecución política y estigmatización de las organizaciones barriales y de luchadoras y luchadores.

La población en situación de déficit habitacional supera los doce millones de habitantes (un poco más del 25% de la población), siendo más de cuatro millones de hogares los que requieren mejoras cualitativas en sus casas o nuevas viviendas, 1 de cada 4 hogares en Argentina no cuenta con vivienda adecuada. La población de los 6.467 barrios populares alcanza más de 5 millones de habitantes. En Argentina 4 de cada 10 jóvenes de entre 25 y 35 años no pueden acceder a una vivienda (2,3 millones de personas). Hay millones de personas en situación de déficit que no residen en barrios populares, las políticas habitacionales deben incluirlos a todos y todas, y deben detener la reproducción de la desigualdad territorial. Son necesarias acciones diversas e integrales, no se trata de remediar la pobreza, sino de transformar el modo de producir el territorio.

Durante los últimos nueve meses, la situación de nuestro pueblo empeoró de un modo permanente y agobiante, aún más si consideramos que el punto de partida ya era crítico. Como resultado de las políticas del gobierno que preside Javier Milei crecieron aceleradamente la pobreza (alcanza el 52,9% de la población) e indigencia (18,1 % de población). Esto supone un aumento exponencial de personas en situación de calle y la urgencia de abordar a nivel local políticas y planes para atender este drama social. 

Desde diciembre de 2023, los servicios básicos aumentaron: Agua 271%, Energía Eléctrica 156%, Gas natural 898%. Los alquileres en el AMBA treparon 153%. En el mismo periodo desde diciembre de 2023 los alimentos y bebidas no alcohólicas subieron en promedio 136%. Las condiciones del trabajo formal e informal también son cada vez más críticas. Según los datos del CEPA en base a la SRT, entre noviembre de 2023 y junio de 2024, cerraron 11.185 empresas, lo que representa un total de 232.705 puestos menos de trabajo registrado (-2,36%). Además, aumentó el transporte público en el AMBA, el colectivo un 600%, el subte un 688%, y los trenes un 344%. Situaciones similares se evidencian en todo el país.

El trabajo vinculado a la economía popular resulta también fuertemente golpeado por la escasez generalizada que afecta las tareas que ocupan a personas en trabajos eventuales, la venta ambulante, los cuidados. En los barrios populares, al freno de toda política habitacional se suma la casi nula asistencia social del gobierno nacional, incluso a comedores populares.

Se atacan con dramática crueldad los presupuestos de la salud y la educación pública. Nuestras universidades nacionales se encuentran al borde de una situación de crisis definitiva y enarbolando una de las grandes luchas populares del presente.

Técnicos, profesionales, cooperativas y pequeñas empresas sociales, se ven también afectadas por la falta de iniciativas de trabajo en la mejora habitacional, urbana y ambientales de los barrios populares.

 

Los Derechos, a la Vivienda, al Hábitat, a la Ciudad, al Ambiente

Crecen las millones de personas que no pueden acceder a una vivienda digna. El suelo y la vivienda segura y saludable, que constituyen un derecho básico, se convierten en un anhelo cada vez más lejano. Son cada vez más quienes habitamos el país y no podemos acceder al agua corriente, a la electricidad, a todos los servicios básicos en entornos ambientalmente saludables. 

Existe una situación de negación y combate directo del gobierno nacional contra los derechos colectivos que se han construido históricamente en nuestros pueblos con trabajo, colaboración y lucha. El hábitat, la ciudad, el ambiente, los territorios que son el resultado de la obra colectiva, se concentran cada vez en menos manos. 

Se acentúa la concentración de riqueza y el poder en el territorio a partir de privilegios impositivos y desregulaciones, como las materializadas en la denominada “ley bases”, orientadas a beneficiar a los promotores de desarrollos extractivistas y contaminantes que resultan en el deterioro permanente de las condiciones ambientales del territorio.

 

La necesidad de políticas integrales 

Del mismo modo que la construcción de derechos colectivos, nuestro pueblo ha participado y edificado experiencias de diseño y aplicación de valiosas políticas habitacionales y urbanas que hoy es necesario retomar para poner en valor y exigir su continuidad. Experiencias en las que se ha puesto al frente su capacidad autogestiva, accionando para que el peso de la injusticia territorial y habitacional disminuya.

En nuestro pueblo y en nuestros barrios populares se ha construido hábitat y territorio en procesos solidarios y democráticos, desde estas experiencias se ha nutrido el diseño de las políticas estatales, promoviendo instrumentos que incluyen acciones de redistribución de riqueza, tierra y poder. Acciones que tienden a la redistribución como una de las formas de la riqueza, acciones que inciden en las posibilidades de participación y protagonismo de los y las pobladoras y sus organizaciones en la construcción y proyección del territorio.

Es necesario profundizar la aplicación de la Ley 14449 de Acceso Justo al Hábitat, recuperando el proceso colectivo de elaboración, en el que participaron organizaciones, técnicos/as, instituciones y legisladores/as. Retomando sus principios: derecho a la ciudad, función social de la propiedad, reparto equitativo de cargas y beneficios, gestión democrática. Proponemos fortalecer mesas y consejos que construyan la fuerza necesaria para recuperar y profundizar lo mejor de estas experiencias.

En el mismo sentido, es necesario poner en valor también los procesos originados desde el RENABAP a la SISU. Ambos surgidos por la movilización de las organizaciones sociales de relevamiento de barrios populares, la iniciativa de generación de un registro que incluyó más adelante la posibilidad de instrumentar políticas nacionales de integración socio urbana. En la instrumentación de estas políticas se incluyeron herramientas de redistribución como la afectación a las grandes fortunas para la constitución de un fondo específico, otra experiencia que da cuenta de que es posible abordar integralmente la situación urgente y la estructural.

Como estas, existen muchas otras iniciativas y experiencias que se han impulsado de manera autogestiva y colaborativa por organizaciones. Resulta valioso retomar y poner en la agenda del trabajo en común. La Ley Nacional de Propiedad Comunitaria Indígena; Ley Nacional de Alquileres; el Consenso Nacional por un Hábitat Digno; los proyectos de Ley Nacional de Ordenamiento Territorial y Regulación de Procesos de Desalojo; la propuesta de Ley Nacional de Producción Social Autogestionaria de Hábitat (PSAHP, nacionalización y profundización de ley 341 de CABA); la propuesta de Ley de Acompañamiento Técnico Profesional y Público; entre muchas otras iniciativas de regulación y ordenamiento del territorio y el ambiente nacional a favor de los derechos colectivos.

Es urgente avanzar en la construcción de territorios más justos y democráticos, la experiencia nos indica que ello requiere trabajo colectivo y organización. Por todo esto nos encontramos otro primer lunes de octubre, en el Día Mundial del Hábitat, para volver a levantar nuestras voces y poner en valor nuestras experiencias, reclamar por nuestros derechos a la vivienda, al hábitat, a la ciudad y continuar la tarea común de construir un territorio justo y democrático, para todos y todas. 

 

Organizaciones firmantes:

Proyecto Habitar | Fundación Vivienda y Comunidad (FVC) | Laboratorio Proyecto y Género, FADU-UBA | Fundación Rosa Luxemburgo Cono Sur | Centro de Estrategias y Acción por la Igualdad (CEAPI) | Centro de Investigaciones Transformaciones Territoriales, FADU-UBA | Área de Estudios Urbanos del Instituto de Investigaciones Gino Germani, FSoC-UBA | Fábrica de Hábitat | Hábitat ICO. Investigación, Acción, Participación | Centro de Estudios Desarrollo y Territorio (CEDYT) | INSITU Grupo de trabajo socioambiental | Federación de Cooperativas Autogestionarias MOI – Argentina | Asociación Mutual Seis de Agosto – Hugo Esteban Gaitán | Federación de Cooperativas Todos Juntos | Habitar Patagonia | Canoa Hábitat Popular | Colectivo Poder Habitar | Asociación Civil Barrios Unidos por el ambiente y el progreso barrial | Laboratorio en Sistemas de Información Geográfica y Teledetección (FHCS-UNSJB) | Taller Libre de Proyecto Social | Madre Tierra | HIC-AL | FTV – Asociación civil La Amistad- frente barrial cta | Ministerio de Hábitat y Desarrollo Urbano PBA | Nuestramérica  | Casa de género y diversidades Micaela Bastidas Barrio Nicole | Concejalia Popular de Rosario-Santa Fe | Construir Colectivo | Caritas Neuquén | Grupo Ciencia y Tecnología del Habitar Popular – Fundación «Soporte» | Diplomatura en Hábitat y Acción Pública | Cooperativa de Vivienda Nuevos Aires | Cooperativa de vivienda Dulce Hogar y YONOFUI

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Ordenamiento Territorial y Gestión del Hábitat de la provincia en revisión

El 25 de junio participamos de un acto que se realizó en el Pasaje Dardo Rocha, La Plata, enmarcado en el espacio del Consejo Provincial de Vivienda y Hábitat de Buenos Aires. Con la presentación de los ministros Silvina Batakis, Andres Larroque y Carlos Bianco, quienes expusieron su perspectiva respecto a la situación del ordenamiento urbano y sus regulaciones, en relación con el problema del acceso al hábitat en la provincia.

El encuentro se presentó como el primero de una serie de Jornadas Bonaerenses en donde se debatirá sobre el Derecho a un Territorio Justo y a un Hábitat Digno, a llevarse a cabo en distintas universidades.

La cuestión del ordenamiento urbano y territorial es un problema que históricamente ha estado en debate. Hoy la gestión provincial toma una iniciativa en este sentido y propone encuentros para observar críticamente la normativa frente al desfasaje que se expresa entre la producción urbana real y las reglas que se establecieron hace más de 40 años. La ley de Ordenamiento Territorial y Usos de suelo 8912/77 es el instrumento que se implementa desde el gobierno de facto hasta nuestros días. Creado con la intención de iniciar un proceso de planificación con criterio progresivo, su ejecución ha sido desigual en los municipios de la provincia, y en el marco de las políticas neoliberales que se profundizaron en los 90, se produjo una profunda concentración de la renta urbana, favoreciendo las prácticas especulativas y remarcando una fuerte desigualdad urbana.  

En 2012, como resultado de la movilización de organizaciones sociales, académicas y territoriales, tomo fuerza la propuesta de la Ley 14449 de Acceso Justo al hábitat y se logró su sanción. Ese instrumento pretendía promover el derecho a la vivienda y el hábitat digno, modificando en parte las lógicas de la 8912, definiendo lineamientos generales que abordaran el derecho a la ciudad y el territorio, priorizando los sectores menos favorecidos. Esta ley, que busca regular en términos amplios la producción urbana, incorpora entre sus principios rectores la gestión democrática de la ciudad, que toma cuerpo en los instrumentos de participación y organización comunitaria como el Consejo Provincial de hábitat y los consejos locales de hábitat. Sin embargo, este punto como tantos otros no se encuentra reglamentado, por lo que la participación de la comunidad queda relegada al criterio de cada gobierno local.

Cabe mencionar que entre sus principios rectores también se enuncia el derecho a la vivienda y la ciudad, la función social de la propiedad y el reparto equitativo de cargas y beneficios. En sumatoria los cuatro puntos proponen que el abordaje del acceso al hábitat se desarrolle desde una mirada integral, donde los distintos sectores que transforman el territorio tengan lugar en la toma de decisiones.  

   

Finalmente, convocaron a una serie de jornadas con el interés de conformar un ámbito multisectorial y participativo, donde se debatirá sobre el proceso histórico de desarrollo urbano, el acceso a la tierra, las leyes vigentes, la creación de suelo urbano, los procesos de integración social y urbana, entre otros. Se pretende de esta manera ir hacia un nuevo marco normativo de ordenamiento territorial y urbano, que según se mencionó, favorezca la construcción de ciudades integradas, abiertas e inclusivas.

Desde Proyecto Habitar estaremos participando de las jornadas propuestas, en busca de encontrarnos quienes proyectamos los territorios hacía unos más sustentables, justos y equitativos.

Nos parece fundamental que se retomen las convocatorias al Consejo Provincial, y que se generen ámbitos de participación sostenidos, donde se restituyan las experiencias y perspectivas de los actores que transforman el territorio, para promover políticas de hábitat desde una perspectiva de derechos humanos.

 

Para conocer más sobre estas leyes, podes ingresar a:

PODCAST Ley de Acceso Justo al Hábitat 10 años

https://open.spotify.com/show/419lnI06JSg4dnjnL4oGb9

https://www.gba.gob.ar/static/gobierno/docs/DECRETOley891277.pdf 

https://normas.gba.gob.ar/documentos/B3mgaUj0.html

La gestión democrática del hábitat y el territorio: Transformaciones territoriales y derecho a la ciudad

Justicia Espacial es una plataforma de investigación en diseño y arquitectura para comprender, compartir y desarrollar proyectos de justicia espacial, mediante un ecosistema de aprendizaje que promueve agencia e intercambios comunitarios, multisectoriales y a través de las disciplinas.

En esta oportunidad nos invitaron a compartir la experiencia de Proyecto Habitar en un espacio de publicaciones donde comparten proyectos en Latino América que promueven la justicia espacial.

 Para leer la nota completa ingresá al siguiente enlace: https://www.justiciaespacial.com/pildoras

 

 

Libertad

No hay libertad sin derechos humanos.
 
No hay libertad sin igualdad y justicia en los territorios
 
Como con muchas otras palabras a lo largo de la historia, hoy nos encontramos frente al abuso engañoso del término libertad. Llegamos al punto en que la palabra libertad se ha consolidado como una bandera de quienes cotidianamente, e históricamente, reproducen la injusticia, la exclusión y la desigualdad a través de la opresión sistemática de los pueblos.
Esto es tan perverso como cínico.
 
La libertad que enuncian se lee a través de los lentes de la acumulación y la competencia, desde el prisma de las billeteras, es la ley de la selva. Se trata de relaciones entre personas libradas a las posibilidades que les otorgan sus fuerzas, sus bienes, sus armas. Las prácticas sociales desarrolladas bajo este supuesto eje libertario que esconde el pensamiento único del individualismo mercantil, nos encaminan a la destrucción del planeta como resultado de subordinación de los bienes comunes y de la función social de la propiedad a la supremacía de los bienes individuales y de la propiedad privada. Nos encontramos frente a la censura del debate sobre estas lógicas que se estructuran en la satisfacción de los impulsos personales, y la fuerza bruta para imponerlos, frente a los otros (pobladores de la misma ciudad o barrio, colegas, parientes) y frente a la salud del planeta que nos cobija.
 
La historia no empieza en cada minuto. Las personas no nacen en un punto de partida igualitario. La mayoría de las personas son obligadas a vivir en la austeridad y en los bordes de las ciudades. Otras viven en la abundancia disfrutando de la centralidad de las ciudades. A unos les toca poder y recursos infinitos, a otros una carrera de esfuerzos agotadores para la supervivencia. Es injusto dar carta abierta, sin mediaciones, para operar según su voluntad e impulso a habitantes en tan disimiles circunstancias. Es tan obvio el concepto como incomprensible. Es perversa la omisión de esta condición básica de la desigualdad social, territorial, de nuestro país y el mundo. Entonces, no está bien establecer como regla general que cada uno hace lo que quiere a partir de donde está, del dinero y la fuerza que tiene. Es necesario volver a hacer presente las nociones más fraternales del acuerdo de convivencia y desarrollo que nos trazamos como comunidad y en relación con nuestro entorno. Porque no hay libertad sin igualdad.
 
Las personas, organizaciones, instituciones, movimientos, que luchamos por la libertad en un sentido profundo, democrático, lo hacemos colectivamente. Con la certeza que el ejercicio pleno de la libertad requiere como guía de organización humanitaria la igualdad y la justicia. Igualdad y justicia a la que intentamos aproximarnos cotidianamente en el camino la de lucha por los derechos. Entre todos los derechos humanos, como grandes logros de los debates más avanzados de la humanidad, los derechos colectivos, los derechos económicos sociales y culturales son la forma más desarrollada en términos intelectuales y sensibles.
Reconocer un principio de igualdad como personas modifica positivamente nuestro horizonte de acción. Se trata de lo opuesto, de reconocernos como iguales, como personas para construir en conjunto una realidad más humana. No se trata de una igualdad ridículamente parodiada por los mentores del cinismo, que diluye las diversidades o que omite la relación entre el esfuerzo personal y social, y los resultados materiales del trabajo.
 
Reconocernos en las otras personas para entender que no hay argumentos para tolerar que millones de personas estén condenadas a no poder acceder a una vivienda, a los servicios básicos, al trabajo, al esparcimiento y el deporte. El desarrollo actual del trabajo nos permite rápidamente comprender que los recursos alcanzan. A partir del consenso sobre esta base de igualdad, lo que se impone son las acciones que remedian la desigualdad, por su carácter injusto respecto del solo hecho de la condición humana. En un territorio abismalmente injusto es ridículo proponer que ser libres es únicamente dejar accionar a los individuos con lo que tengan a mano.
 
Entonces, podremos proponernos una versión solidaria y humana de la libertad que pretendemos construir, a partir de la valiosa experiencia social acumulada en los procesos de organización para el trabajo, para la lucha y para la construcción de un mundo más justo. Porque no hay libertad sin justicia.
 
Existe también una operación falaz de una efectividad alarmante: pretenden imponer que la opresión de la libertad individual radica en los acuerdos colectivos y humanos, en las leyes que resguardan nuestros derechos sociales más elementales (a trabajar, habitar, educarse, a la salud, a la ciudad, a los territorios). Una hipótesis insostenible, nunca verificada ni argumentada, que sostiene que por “culpa” de los derechos no somos libres. Cuya versión mediática asimila en una hábil, aunque rudimentaria maniobra discursiva la existencia de corrupción, la ineficiencia del aparato gubernamental, la organización del Estado, la existencia derechos y entonces, debido a todo esto: la falta de libertad.
 
Según esta maniobra discursiva, la opresión de los pueblos no hay que buscarla en las acciones individuales “libres” de sectores poderosos como los grandes propietarios de la tierra, los operadores de las finanzas mundiales, los empresarios de las multinacionales, o los operadores del extractivismo rural y urbano. Estos sectores sociales que se benefician con todos los gobiernos, más allá de los partidos políticos, incluso de su carácter democrático, no guardan ninguna responsabilidad sobre la sistemática reproducción de la pobreza de millones, sino que estarían siendo impedidos de producir la riqueza suficiente y la abundancia actual no rebasa como para considerar las terribles circunstancias de vida de las poblaciones que trabajan para sus emprendimientos, o las consecuencias devastadoras que producen sobre el planeta.
 
Por el contrario, es indispensable salir de esta trama estridente. De la oferta mercantil de una versión de libertad vacía e individualista.
 
Es indispensable defender el carácter socialmente valioso de la libertad como base del ejercicio de la voluntad individual en una comunidad. Del desarrollo de los proyectos personales o grupales sobre la base de los acuerdos sociales que el avance de la humanidad ha podido construir en una historia de debates y luchas. Los derechos colectivos, como el derecho a la vivienda, a la ciudad, a los territorios, son parte de estas nociones guía, en construcción y debate. Muy necesarias para reconocernos como iguales, para trabajar en conjunto por revertir el desarrollo injusto de los territorios.
 
Los derechos, lejos de considerarse en extraña contradicción con la libertad, son un aspecto central de la organización social que nos permite ser libres, es imposible pensar en ejercer la libertad individual sin continuar la lucha y el trabajo cotidiano por los derechos humanos. Porque no hay libertad sin Derechos Humanos.
 
Proyecto Habitar, diciembre 2023

Configuraciones espaciales y género. Una aproximación a los elementos urbanos desde la perspectiva de género

Este artículo forma parte de la publicación N° 52: Dossier “Género y Ciudad” organizado por Mundo Urbano y Urbared

Accesible en: https://onx.la/b5574

Resumen:

En el presente texto, se abordará la relación entre las actividades cotidianas productivas y reproductivas que se desarrollan en el espacio de la vivienda y extramuros y las configuraciones de los elementos urbanos, desde la perspectiva de género. Se transitará por la espacialización de la desigualdad social que oprime al género femenino a través de la lectura de la distribución y organización espacial en relación con las prácticas sociales de las mujeres. Este análisis forma parte de una investigación que tiene por objetivo general, desarrollar las reglas del sistema de producción urbana formal que definen las configuraciones de la edificación autoconstruida en los barrios informales. Para abordar dicho estudio se obtuvo como fuente de información, las entrevistas, los relevamientos y los talleres colectivos registrados durante el proceso de “consultorios de atención primaria de hábitat” desarrollados durante los años 2012, 2013 y 2014 por equipos de Proyecto Habitar en el barrio autoconstruido informal “Un Techo Para Todos”, ubicado en Ciudad Evita, La Matanza. Los principales resultados que se pretenden exponer son las primeras aproximaciones a la identificación y caracterización de las problemáticas que se leen en el espacio cotidiano de la vivienda en base a la relación propuesta.

Tareas de electricidad intra lote brindan tranquilidad a las familias del Barrio San Lorenzo.

Autor: Ezequiel Biagioni

La puesta en marcha de las tareas de instalación eléctrica intra-lote del Barrio San Lorenzo nos han permitido pensar junto con las familias involucradas, un sinnúmero de instrumentos para la mejora conjunta del hábitat.

Elaboramos 3 fichas que permitieron conocer qué artefactos poseen y el consumo de los mismos, que tipo de pilar se iba a realizar, y como seria la nueva instalación. A su vez, posibilitó proyectar conjuntamente la instalación de acuerdo al módulo de mejora establecido, definiendo la disposición de los elementos de acuerdo al uso de los espacios, los artefactos eléctricos existentes y los próximos a adquirir. Para ello, utilizamos cintas de colores para marcar la instalación proyectada de manera tal que cada familia visualice donde se iban a disponer los enchufes, teclas, luces y tableros, a la par que facilitó el trabajo de la cuadrilla una vez que ingresó a la vivienda para realizar la obra.

Al finalizar el trabajo de la instalación, establecimos un momento en el que cada cuadrilla explica a la familia la obra realizada, el funcionamiento de los elementos y los resguardos a tener en cuenta para el mantenimiento o extensión de la instalación nueva.

Trabajamos en un taller colectivo para encontrarnos con las familias donde ya realizamos la instalación. En el mismo, las vecinas reconocieron las condiciones de las instalaciones previas en sus viviendas, y cómo mejoró en la vida cotidiana esta obra que posibilita cocinar y calefaccionar en simultaneo, la tranquilidad de estar protegidxs ante una sobrecarga y de los cables expuestos, entre otras. Pusieron en valor los conocimientos adquiridos a partir de esta mejora, desde los distintos consumos de los artefactos, y los elementos de protección y seguridad que hacen a la instalación eléctrica segura para la vida de las personas.

Este proceso de primer etapa de obra posibilitó un encuentro de trabajo colectivo sobre los problemas propios, con la perspectiva de construir un grupo promotor hacia el mejoramiento de las condiciones habitacionales y barriales desde una propuesta de construcción colectiva.

Capacitación para la transformación urbana. Barrio Victoria del Ferroviario, San Fernando

A fines de Abril de 2021, en el marco de las reuniones con les referentes de la Mesa de Urbanización del barrio Ferroviario, mientras hacíamos un balance de las tareas realizadas luego de un intenso año de trabajo, nació la idea de organizar un espacio de capacitación y reflexión sobre la Urbanización del barrio.

La idea fue creciendo e integró al espacio de reunión entre vecines, a las distintas organizaciones sociales que estaban aportando su trabajo militante en el barrio, con la perspectiva de construir un proyecto común. 

El diseño tanto de contenidos como metodológico de este proceso de enseñanza aprendizaje, nos permitió crear un nuevo ámbito que fue resignificando y fortaleciendo la organización barrial interesada en gestionar y llevar a cabo la transformación del espacio barrial.  

A partir de los intercambios, acordamos algunos interrogantes para organizar los contenidos: ¿A qué llamamos barrios populares?, ¿De qué está hecho un barrio popular? y ¿Cómo y de qué manera podemos organizar la urbanización de un barrio?

De esta manera construimos un espacio de reflexión y capacitación sobre los aspectos más significativos de la urbanización del barrio desarrollando conjuntamente un conocimiento que permitiera mejorar las estrategias de trabajo y las acciones para urbanizar el barrio.

¿Qué acciones llevamos adelante para que esto suceda?

Lo primero que hicimos, una vez que tomamos la decisión de realizar la capacitación, fue hacer una reunión con las organizaciones del barrio en la que acordamos que esta tarea era importante para todes, de modo que les referentes de cada una, Movimiento Evita, Barrios de Pie, Fol y la Iglesia Luz en Victoria, lo propondría a les vecines que integran las cooperativas de RENATEP. 

En esa reunión compartimos un cronograma tentativo de 4 encuentros y una lista de temas de interés. Las referentes propusieron llevar a cabo una metodología ágil, con preguntas que facilitarán la apropiación de les participantes y el seguimiento de la cursada.

El 10 de Mayo las referentas de la mesa crearon un grupo de WhatsApp en el que fueron sumando a les interesades, alcanzando alrededor de 20 personas. El propósito era compartir el material de cada clase y las inquietudes respecto a la cursada. Posteriormente, el grupo se convirtió en nuestro canal principal de comunicación colectiva, ya que debido a la pandemia, se prohibieron las reuniones presenciales por algunas semanas. Este medio nos permitió mantener un diálogo constante en la virtualidad, hasta que pudimos volver a reunirnos en el barrio.  

¿Cuáles fueron los contenidos que se trabajaron?

En los tres encuentros de la capacitación, abordamos tanto las experiencias de la comunidad como los aspectos teóricos y metodológicos de cada una de las cuestiones programadas.

En el primer encuentro abordamos la noción de barrios populares, atravesado por los derechos humanos a la vivienda y la ciudad. Este encuentro sirvió para que les referentes y pobladores conocieran las leyes y marcos normativos vigentes, y se reconocieran como sujetos de estos derechos en cuanto a las posibilidades de urbanizar el barrio.

El segundo encuentro estuvo enfocado a las reglas sociales establecidas para desarrollar una urbanización, abordando los elementos que componen dicho proceso y las consideraciones urbanas a tener en cuenta. También presentamos las modificaciones que se produjeron a estas reglas, producto de la experiencia y movilización sostenida de pobladores, organizaciones sociales y profesionales, para promover reglamentaciones que se ajusten a las formas de construcción de los barrios populares. 

Por último, durante el tercer encuentro abordamos las formas jurídicas de organización que favorecen la institucionalidad de una urbanización barrial. Con el interés de promover que referentes y pobladores se asocien en alguna de estas formas para trabajar sobre los problemas barriales y sus posibles resoluciones.

En un próximo encuentro vamos a poner en acto los conocimientos adquiridos a través de una jornada de relevamiento de la totalidad del barrio, registrando las condiciones materiales de las viviendas, sus dimensiones y la composición de los grupos que las habitan. 

¿Qué es lo que se viene?

Estamos lanzando una convocatoria a estudiantes de arquitectura y urbanismo para los últimos días del mes de Julio. Nos interesa sumar a aquellas personas que tengan interés de aportar sus capacidades técnicas en equipos coordinados por les arquitectes de Proyecto Habitar y les referentes del barrio Victoria del Ferroviario.

Con estos datos vamos a avanzar en la gestión de políticas frente a las autoridades públicas. Tenemos la intención de continuar construyendo un proyecto que favorezca el bien común y tienda a avanzar en la urbanización del barrio. 

Esta capacitación fue un hito significativo para la mesa de urbanización, permitiéndonos crecer en grados de involucramiento con las personas que transitan este barrio, y concretando acuerdos para dar con firmeza los próximos pasos, a la luz de los nuevos conocimientos alcanzados de manera colectiva.

 

Para ver mas fotografías de la última clase, entra en este link

Para ver los videos de las capacitaciones:
1° Encuentro
https://youtu.be/qkAoemaRGDw 
2° Encuentro
https://youtu.be/-xAIFlY-18U
3° Encuentro
https://youtu.be/klxRiQez-WI

 

Equipo de Proyecto Habitar

Coordinadoras del Proyecto:
Eugenia Jaime y Gabriela Torrents

Equipo:
Gastón Janza
Ezequiel Biagioni
Mariana Aleksandrowicz
Ricardo De Francesco

Impactos del COVID-19 en el barrio Ferroviario, “La Victoria” de San Fernando.

Autora: Ma. Eugenia Jaime

 

Hace más de dos años un grupo de familias ocupó tierras del barrio Ferroviario, dando origen a una nueva urbanización “La Victoria” de San Fernando (ver video).

Ocupa una franja de tierra de 1 ha (una), lindera a las vías del ferrocarril General Mitre. La población que allí habita, presenta grandes dificultades para acceder a los servicios públicos de infraestructura de agua, electricidad y cloaca y un alto porcentaje de desocupación o de ocupación informal. 

La Victoria, como lo llaman sus pobladores está dentro del perímetro identificado con el nombre Ferroviario en el Registro Nacional de Barrios Populares en Proceso de Integración Urbana (RENABAP), declarado de interés público por la Ley Nacional 27.453. Detrás de un largo muro se encuentran dos portones que las 140 personas que conforman el barrio tienen que atravesar para llegar a sus hogares.

El servicio eléctrico, es precario, una manzana se sirve de un poste de alumbrado que se ubica a más de 300 metros y la otra está servida por una extensión acoplada a un antiguo tendido, que se ubica dentro del predio. No posee medidores individuales y sufre cortes y caídas de tensión. Con respecto a la red de agua potable, tienen una extensión precaria que se sirve del agua de un tanque ferroviario, pero no es apta para beber.

La calidad de los senderos es regular y la débil conexión con la calle no permite el acceso de camiones de recolección de residuos. Se incrementa la dificultad de transitarlos cuando la caminata es con botellas y bidones de agua que tienen que cargar en una canilla del otro lado del muro para acceder al agua. Lo mismo ocurre con el abastecimiento de energía para la calefacción y cocción de alimentos. La red de gas es inexistente, hecho que provoca la utilización de gas envasado en garrafas de 10kg y, en algunos casos, el uso de leña.

Dentro del barrio existen algunas instituciones, tales como el Comedor y Merendero “La Victoria” y la iglesia “Ministerio internacional Luz en Victoria”. Con respecto a los a establecimientos escolares de nivel inicial, primario y secundario, estos existen en las inmediaciones del barrio (menos de 1km); lo mismo sucede con las infraestructuras para la salud. 

Los cuidados frente al Covid, no fueron fáciles de efectivizar debido a las condiciones del hábitat y la vivienda. En un comienzo era difícil conseguir que los niños se queden en sus casas. En dos oportunidades el municipio llevo botellas de agua un bidón de lavandina para cada familia.

La falta de agua potable se convirtió en un obstáculo y no contaron con asistencia municipal para el abastecimiento ni para la prevención. Hubo al menos dos casos positivos que no consiguieron ser asistidos en sus domicilios. El tratamiento y la prevención estuvo a cargo de cada familia a través del uso del barbijo y alcohol en gel.

Las familias quedaron en su mayoría desempleadas, en parte por la alta tasa de empleo informal. Quienes trabajaban formalmente primero fueron suspendidos y luego despedidos.

Los préstamos, las ollas populares, los merenderos, y en algunos casos las salidas de cartoneo palearon la situación. Hubo también ayuda de personas sin fines de lucro que llevaron bandejas de comida, ropa, etc.

Quienes recibieron el ingreso familiar de emergencia se vieron favorecidos. Algunas familias pudieron comprar material para mejorar sus casas que estaban muy deterioradas, otras compraron mercadería.

La crisis sanitaria sumada a la crisis urbana-habitacional esta golpeando fuertemente a las familias del conurbano quienes están recibiendo en su cuerpo el castigo por una desigualdad estructural que necesita urgente políticas redistributivas, tanto económicas, como de suelo urbano.

 

No al Muro, SI a la Urbanización

Autores: Eugenia Jaime;  Gastón Janza; Gabriela Torrents

 

Tras un poco más de 2 meses del inicio del proceso de Asesoría Urbana en el Barrio Ferroviario, localizado en San Fernando, y luego de experimentar un continuo intercambio semipresencial, tuvimos la oportunidad de encontrarnos y tener la primera asamblea barrial.

Participaron alrededor de 20 familias de las 42 conforman la manzana tres y cuatro. Además, participaron otros actores que forman parte del proceso de gestión social del hábitat desde lo jurídico, lo cultural y lo urbano-habitacional. El objetivo de la asamblea fue construir conjuntamente un estado de situación frente a la problemática del acceso a la vivienda y al hábitat en el contexto del Covid.

Los problemas que señalaron les pobladores fueron, la falta de agua potable, la conexión eléctrica deficitaria y los peligros de incendio y corte de luz, la necesidad de cloacas, veredas, e infraestructura para la separación de residuos. En particular relataron las amenazas que enfrentan del personal del Ferrocarril, quienes quieren construir un muro que los dejarían con un pasillo, sin luz, sin posibilidad de entradas de vehículos ni ambulancias, sin espacio de esparcimiento. Esta calle, paralela a la reja de las vías del ferrocarril hoy es un espacio de intercambio, circulación, protección y seguridad para mujeres y niños, una calle peatonal, de transito lento que comunica la estación de Ferrocarril Victoria con la avenida Sobremonte.

El intercambió tendió un puente para problematizar las situaciones relatadas e identificar que el interés que los reúne a cada une es la mejora del barrio, en su totalidad, el cuidado de los bienes comunes y el derecho a acceder a un hábitat justo. El encuentro fue una gran oportunidad para escuchar a les habitantes y las problemáticas cotidianas individuales y colectivas, desde una perspectiva de acceso a los derechos urbanos.

En primer lugar, la asamblea permitió acordar en la urgencia de resistir al cierre de la calle de las Vías para cuidar el espacio de todes. En segundo lugar, se constituyó en una piedra angular para la creación de una mesa de urbanización que reúna los intereses de cada manzana, de cada familia, de cada institución que trabaja cotidianamente en la construcción social del barrio.  Un espacio para poder seguir dialogando, trabajando y proyectando.

De esta forma, pobladores y trabajadores del hábitat seguimos en camino para promover una transformación urbana que aproxime aquello que tanto sueñan como Barrio Ferroviario.