Esta crónica tratara sobre la experiencia de nuestro segundo viaje a Cuba. Corresponde introducir brevemente en que proceso ingresa este viaje. Nuestro grupo se gesta a partir de 2008, comenzando con una práctica de extensión universitaria en La Matanza, desde el origen con el objetivo de trabajar desde la arquitectura en el hábitat popular, junto a las organizaciones sociales en el territorio, en procesos de producción social del hábitat. Rápidamente fuimos parte de un proceso colectivo de crecimiento cualitativo y cuantitativo, en el que fuimos avanzando en el conocimiento e incorporando proyectos de investigación, participación en la formación de grado, de posgrado, publicaciones y participación política gremial a nivel local y regional.
En Diciembre del año 2011 viajamos a Cuba siete miembros de Proyecto Habitar, con el objetivo de conocer las políticas públicas de hábitat y la formación en la isla, siempre observadas desde una perspectiva integral. Con una intensa agenda trabajada desde Buenos Aires por Eugenia con la colaboración indispensable y decidida de la Doctora Dania González, dimos un gran paso en la comprensión de la realidad cubana. Al regresar dimos una serie de charlas sobre la experiencia, realizamos una exposición en nuestra facultad (FADU UBA) y tuvimos la suerte de poder invitar a profesoras cubanas a visitarnos para continuar el intercambio.
A partir de este tiempo de trabajo conjunto y constante, nos invitaron a exponer a la Maestría de Vivienda Social de la CUJAE. La propuesta incluía una serie de participaciones en conferencias y jornadas de intercambio, que hicieron que nos entusiasmáramos fuertemente con la idea de retornar a la isla. Por otra parte, la invitación formal nos permitió gestionar el financiamiento de la Universidad para uno de nosotros, lo que hizo posible que más compañeros formen parte de esta nueva visita. La misma estuvo planteada inicialmente para Marzo, para luego trasladarse al mes de Noviembre, centrando las actividades en La Habana y en Santiago de Cuba.
La Habana. Ciudad de contrastes y contradicciones
Día 1.
El primer día estuvo signado por el reencuentro con nuestros amigos Cubanos. La alegría de retornar y reconocer la hospitalidad con la que nos esperan tan gratificante como familiar. Aprovechamos el sabado para recorrer un poco la ciudad. Nos acompañó Ana Teresa en el comienzo de la caminata por el barrio Nuevo Vedado, allí vimos los primeros indicios de lo que sería una constante en la isla, mayor movimiento económico minorista que hace dos años, mas surtido de oferta de productos, y más actividad en general. Muchos pobladores pintando sus frentes o arreglando veredas o casas. Dado que no todos los argentinos recién llegados ya habíamos estado en Cuba, este día cumplió con el recorrido de rigor turístico en términos históricos, pasamos por la plaza de la Revolución, luego fuimos hasta el Capitolio, para recorrer la calle Obispo y llegar al Malecón. Sorpresivamente allí nos encontramos una exposición de investigaciones formales en el entorno urbano arquitectónico vinculado de manera simbólica a la obra de Italo Calvino. El correlato artístico disciplinar de la situación cubana se reflejaba en algunas exploraciones formales iniciales, cargadas de subjetividad expresiva, asociadas a la realidad sin el acento del rigor científico.
Día 2
El segundo día, domingo, nos encontró en casa de Dania ultimando los detalles para la exposición abreviada en Cuba de nuestra asignatura “Proyecto, Participación y Habitar” a la que agregamos lógicamente la aclaración “Una aproximación a partir del caso Argentino”. Para la exposición en La Habana, preparamos tres módulos, a saber:
– Estado y vivienda social en Argentina. Que resume el proceso histórico de la vivienda en nuestro país, haciendo eje en los modelos de Estado y desde la perspectiva de la Ciencia Política.
– Políticas Públicas de Hábitat 2003-2011. Modulo orientado en primer lugar a la descripción de las características locales y regionales problema habitacional en el Área Metropolitana de Buenos Aires (2003-20011). Para luego elaborar una síntesis de las soluciones promovidas desde el Estado y/o las Organizaciones Sociales.
– Proyecto, Participación y Habitar. El tercer módulo incluye la propuesta conceptual de Proyecto Habitar en relación a las características necesarias de la participación y organización social en los procesos de trasformación del hábitat. Tanto en los de producción social como en los promovidos desde el Estado.
La propuesta académica es una versión de la práctica académica de Proyecto Habitar, que hemos desarrollado como propuesta de electiva anual en la FADU, cuya gestión intentamos de manera constante con la seguridad de alcanzar algún día su reconocimiento académico.
Compartimos la jornada almorzando en casa de Dania con las profesoras del Comité Académico de la Maestría en Vivienda Social de la CUJAE. Este espacio académico fue el promotor de nuestro segundo viaje y nuestro anfitrión oficial. En el encuentro conocimos también al arquitecto Walter López Borbón, con quien compartiríamos el programa académico propuesto para la segunda semana de nuestra estadía allí. Walter se encuentra cursando el Doctorado en la CUJAE, y Dania es su Directora, y corresponde comentar, también mi co-directora de Doctorado en la FADU UBA. En la sobremesa, junto a algunos amigos, comenzamos a conversar con los jóvenes cubanos con un grado de confianza superior al del viaje anterior, lo que nos permitió entender la situación política local y sus contradicciones, con un grado de propiedad superior al del viaje anterior.
Recuerdo una frase de una valiosa interlocutora local, que ponderaba como un quiebre histórico cuando durante el periodo especial, se permitió por primera vez en la historia de la Revolución el retorno de aquellos quienes habían dejado la isla. En ese momento, decía “se puso a prueba la conciencia revolucionaria del pueblo cubano”. Sin simplificar, ni ironizar, marcaba una realidad que sin dudas es parte de un proceso abierto hasta hoy. Desde ese momento se contraponen, de hecho y de manera cotidiana, la realidad del socialismo cubano y la oferta del capitalismo internacional.
Por un lado, esta la calidad de vida cubana, en la que es generalizado el acceso a la salud, la educación, la cultura, alimentación básica, en la que los tiempos de la vida cotidiana permiten disfrutar de buena porción de tiempo libre y existen además escenarios de asociación y organización comunitaria que favorecen relaciones sociales de particular valor. Por otro lado, se ofertan los privilegios que los viajeros y turistas muestran día a día, tan objetivos y materiales como los otros, como por ejemplo el acceso a algunos bienes electrodomésticos, la posibilidad misma de viajar de quienes tienen acceso económico a un pasaje de avión, o el surtido de provisiones en general.
Desde el Estado cubano se aposto a la resistencia de los valores revolucionarios, vinculados a la igualdad, la colaboración y el humanismo, sostenidos durante muchos años en la práctica y fuertemente arraigados aun hoy desde el punto de vista teórico. A estos valores se enfrentan entonces los propios del liberalismo, con las practicas y los privilegios de sus clases pudientes.
En esta contraposición, muy presente en las calles del centro de la Habana, pero ya generalizada, viven las últimas dos generaciones de cubanos. Los valores revolucionarios son puestos en contradicción en la práctica de la realidad actual, acentuada también por la oferta permanente de transformación hacia el capitalismo que llegaba con el turismo y las remesas. Situación que se ve agudizada por el proceso de desigualdad que esta misma situación histórica de ingreso de capitales asociados a otra lógica productiva genera.
Día 3.
Nos separaban unas quince cuadras hasta el transporte público que debíamos tomar, es una distancia de caminata que los cubanos viven con naturalidad, fue otro de los motivos que nos permitió bajar algunos kilos durante nuestra saludable estadía allí. Caminamos entonces hasta llegar a una esquina en donde poder tomar el almendrón, que es una especie de taxi colectivo que te lleva y trae desde el centro por las arterias principales. Hay un sistema parecido aquí en el Conurbano, solo que en lugar de los Falcón de los 80 porteños, nos encontramos con vehículos de la década del 50, a los que solo les queda la chapa original, según saben contar siempre sus choferes.
Luego de cruzar la calle Obispo llegamos al edificio sede de la Maestría de Vivienda Social. Conocimos allí al rico y heterogéneo grupo de cursantes de la Maestría, muchos de ellos trabajadores del Instituto de Vivienda, muchos de la oficina del Historiador de la Ciudad. En líneas generales, mitad arquitectos mitad ingenieros.
Luego de la presentación, la Licenciada Política Yamila Crisci dio la clase introductoria “Estado y vivienda social en Argentina”. Para comenzar, definiendo tres categorías (producción social del hábitat, políticas públicas, producción del mercado formal) con las que estructuramos nuestro discurso e intentamos al mismo tiempo, generar un vínculo conceptual entre dos realidades productivas diferentes.
Estos ejes se enfocan en los textos de Rodriguez y Di Virgilio que observan que la producción de la ciudad articula procesos viabilizados por diferentes tipos de actores que sostienen lógicas diferenciadas en función de sus objetivos y de los recursos con los que cuentan. De este modo, la ciudad capitalista resulta de la interacción contradictoria y compleja de:
-La lógica de la ganancia (ciudad entendida como objeto y soporte de negocios)
-La lógica de la necesidad (llevada a cabo por los grupos que no pueden satisfacer sus demandas en el ámbito del mercado)
-La lógica de lo público (es la lógica estatal en la que el Estado actúa a través de regulaciones y políticas)
Sintetizan “La producción social del hábitat surge de la lógica de la necesidad, es decir, no prioriza la finalidad lucrativa sino la necesidad de uso (…)” (Rodriguez; Di Virgilio, 1997: 13)
Para graficar las complejas asociaciones en esta lectura integral del proceso histórico de la vivienda, llevamos la línea de tiempo que construyo el Arq. Martin Otero, que vinculaba procesos sociales de lucha, modelos de estado, respuesta de las políticas públicas y producción social en cada periodo histórico. Pegada en el frente del aula, nos acompañó durante las dos extensas jornadas de trabajo.
Por la tarde comenzó la clase a mi cargo, centrada en la descripción de las características del problema habitacional argentino, y particularmente en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Caracterizando el proceso de los años 2003 y 2011 con sus limitaciones, logros, y contradicciones.
Es destacable la atención y respeto de los compañeros y compañeras cubanas en su participación en los talleres que dimos. La llegada puntual, la permanencia en el aula, la participación activa y con sentido de colaboración fue generando un entorno de construcción colectiva que fue creciendo durante las dos jornadas. Allí, profesionales de extendida experiencia profesional y académica, junto a estudiantes recientemente recibidos, participaban con igual grado de interés.
Día 4.
El segundo día de dictado de la materia electiva fue movido y singular. Durante la mañana terminamos el modulo dos. Vimos que, por una parte era necesario tomarse un tiempo mayor en la descripción de las características de clase del Estado argentino, y de las limitaciones históricas que esta situación pone sobre las posibilidades de distribución de la riqueza, de planificación y distribución racional de recursos estructurales como la tierra. Por otra parte, comenzamos a observar como un eje productivo de trabajo común la necesidad de acentuar el aspecto de participación, organización, construcción colectiva y apropiación propios del trabajo en la producción social del hábitat.
Antes del corte del mediodía, generamos, siempre en la búsqueda de la coherencia entre teoría y práctica, un espacio de participación y construcción colectiva, que permitiera al mismo tiempo repasar los conceptos trabajados hasta ese momento. Fue muy interesante ver como el carácter de la colaboración colectiva, organizada en cuatro grupos, cambio su calidad, intensidad y tono, y se generó un momento académico lúdico y productivo. En el que al mismo tiempo pudimos entregar nuestros libros (Cuaderno de Trabajo 1 “Universidad y sectores populares”) como “premio” para esta actividad previa a la clase de cierre.
La clase de la Arq. Eugenia Jaime, se centró entonces en los aspectos más profundos y conceptuales del Proyecto y la Participación, asociadas a la arquitectura y a la adaptación activa de la población en proceso de transformación del hábitat popular. El Proyecto Social concebido de manera profunda, programática, donde los conceptos se construyen colectivamente, vinculados a las características del habitar y al proyecto colectivo.
Para terminar, les pedimos a los asistentes al curso que nos dieran una devolución sintetizada en una palabra, y que justifiquen su elección. Fue gratificante ver que al devolución incluía lo más profundo de nuestras intenciones, lo más humano de nuestras convicciones, y en un sentido general también las posibilidades y limites que nos impone la realidad del contexto local de trabajo. Las palabras que fuimos escribiendo en el pizarrón fueron:
“Participación, Realidad, Éxito, Compromiso Social, Inclusión, Perseverancia, Aprendizaje, Necesidad, Humanismo, Socialización, Tolerancia, Colaboración, Valentía, Empoderamiento, Capacidad, Admiración, Sentido de pertenencia, Sensibilización, Método Mejorado, Voluntad, Paciencia, Esperanza, Reflexión, Solidaridad, Estrategia, Educar, Integración, Hermandad.”
Diciembre,2013. Arq. Julián Salvarredy y Arq. Eugenia Jaime, en Proyecto Habitar.