Día 10. Santiago de Cuba. Semillas del Corazón

“Hoy siento que es la vida que te regala un día

del corazón semillas para plantar tu herida.

Sin embargo sos un sol, sos la vida en una flor

sos un nuevo día libre que traes para los dos.”

Leon Gieco

 

En la mañana del décimo día llegamos a Santiago de Cuba, luego de un largo viaje en la empresa estatal de trasporte de larga distancia para turistas Viazul, en el que la constancia del aire acondicionado para evitar que se empañen los cristales se hizo sentir. La historia de la revolución es en Santiago una sensación que impregna el aire de la ciudad, su gente y su cultura; allí se encuentra la casa donde vivió Fidel Castro, el cuartel Moncada, la Sierra Maestra. Caminar por las calles de Santiago es una experiencia que permite vivir la belleza de la ciudad y la cultura cubana, sin el impacto frontal que impone el turismo internacional al centro de La Habana. Los contrastes son infinitamente menos marcados que en el Occidente de la Isla. La ciudad de Santiago y su gente componen una escena urbana que pesar de su calor, refresca, energiza, llena de vida y de ganas de luchar por transformar la realidad.

Santiago es una ciudad grande, la segunda en importancia en Cuba, pero mucho más pequeña que La Habana. Esta última, la capital del país, tiene más de 2 de los 11 millones de habitantes de la Isla mientras que en Santiago, los habitantes son casi 500.000 habitantes. Al llegar a la ciudad aquella mañana nos acercamos a la casa de una de las profesoras, Coralina, que nos hospedaría allí durante nuestra estadía. La casa estaba ubicada en el centro de la ciudad, se accedía por una de esas angostas escaleras que van resolviendo la dificultad impuesta por la topografía sinuosa. Desde su terraza, en el segundo piso, podíamos apreciar prácticamente toda la ciudad. Coralina nos recibió con la misma fraternidad y atención que todos sus coterráneos hasta aquel día. Nos preparamos, y luego de descansar un par de horas salimos rumbo a la Facultad de la Construcción de la Universidad de Oriente, donde se dicta la carrera de Arquitectura.

 

Como es costumbre en aquella ciudad, y así fue durante los cuatro días que la transitamos, hacía mucho calor. Llegamos hasta la Facultad viajando en uno de esos colectivos a los que se ingresa por detrás, y que son camiones adaptados. Se puede viajar en este transporte a razón de 1$ cubano por persona, lo que equivaldría a 0,50$ argentinos, aunque las equivalencias no son útiles para comprender estas relaciones. La intención es demostrar, en todo caso, que todos los transportes públicos, con sus defectos y virtudes, resultan accesibles a todos los habitantes de Cuba.

 

Ya en el predio de la universidad entramos al edificio de hormigón prefabricado del Área. En el tercer piso por escalera, se encontraban las autoridades académicas, y también el aula del departamento de Arquitectura, donde nos esperaban todos los profesores de la carrera para reunirse con nosotros a conversar sobre las características de nuestra carrera. Este espacio colectivo de docentes funciona sistemáticamente en la enseñanza cubana. Los docentes de la carrera se reúnen a tratar los problemas comunes y proponer acciones para resolverlos, la organización de la tarea y sus condiciones de trabajo.

 

Afortunadamente ya conocíamos a varios de nuestros interlocutores de nuestro viaje en 2011, como Rafael, o Pascual, con quienes habíamos compartido largas charlas hacía dos años. Nos presentamos todos, y dejamos en claro allí el interés común de favorecer, cada uno en la medida de sus posibilidades, las instancias de intercambio entre estudiantes y docentes de nuestras facultades de Cuba, Argentina y Colombia.

 

Luego del almuerzo, nos esperaba uno de los momentos más interesantes del viaje. A diferencia de nuestra primera visita a la Facultad de Construcciones de Santiago de Cuba, este segundo viaje con dos años de distancia nos puso en contacto directo con los estudiantes cubanos en una relación de tanta familiaridad que permitió que los jóvenes se rieran, hicieran comentarios y expresaran su conocimiento alrededor de lo expuesto. Estábamos frente a 40 estudiantes de segundo año de la carrera, para contarles nuestra realidad y conversar con ellos sobre la suya. Nos tocaba dar una clase sobre la situación habitacional en Argentina y las políticas públicas, junto al profesor Walter López Borbón, quien contaba la situación colombiana y su valiosa experiencia profesional de trabajo comunitario. Logramos generar entre todos, con la Arq. Jaime como promotora de la participación general, un clima de intercambio de opiniones y exposición de muchos de los presentes. Las preguntas de los jóvenes cubanos y sus referencias a su vida cotidiana, hicieron muy ricas las intervenciones de cierre, vinculadas a las características de cada proceso territorial, los límites y posibilidades de cada estructura productiva y de propiedad de la tierra, y la importancia de la organización comunitaria y la participación para el diseño y la gestión de las transformaciones habitacionales productivas promovidas desde la acción del Estado.

 

Clase frente a los alumnos y profesores de segundo año.

Clase frente a los alumnos y profesores de segundo año.

 

Resulto una conversación interesante sobre, por ejemplo, las políticas públicas que promueven las construcción de conjuntos premoldeados con viviendas prototípicas, todas iguales, mientras juntos podíamos identificar en la sociedad cubana la diversidad en las formas de habitar, las configuraciones familiares, la integración de vivienda y producción, la posibilidad de transformación del espacio doméstico y la valoración del espacio público.

 

Un hecho que parece extraño fuera de contexto, es que la clase se había programado para alumnos de cuarto y tercer año, pero durante la última semana, fueron destinados a la cosecha de Café. Allí operan simultáneamente varios factores. Por una parte, la vocación histórica de Cuba de reducir la contradicción entre el trabajo manual y el intelectual, lo que ha promovido la colaboración de los intelectuales en las actividades del campo. También el hecho de que el pueblo cubano, con recursos escasos, sostiene económicamente a todos los estudiantes universitarios durante su carrera. Por último, este año, en el contexto de economía estatal centralizada, no se habían logrado las metas de la cosecha de Café, y era necesario reforzar este rubro productivo.  Cuba nos obliga a evitar las conclusiones veloces y referencias que uno puede realizar fuera de tiempo y espacio, más allá de esto, esta situación de los alumnos de tercer y cuarto año constituye un proceso interesante para observar.

 

Día 11. Politicas Publicas y Proyecto Arquitectonico

 

El siguiente día en Santiago de Cuba, teníamos prevista una secuencia que permitió completar el panorama del hábitat y las políticas públicas en la ciudad. Por la mañana nos esperaban los Arquitectos de la Comunidad de Santiago de Cuba, luego nos acompañarían a ver el conjunto San Pedrito, para luego visitar a la EMPROY 15, empresa de proyectos estatal de la provincia.

 

Los profesores Elena y Rafael nos acompañaron a la reunión con los ArqCom de Santiago, que se realizó en un salón de un espacio cultural ubicado en el centro de la ciudad. En esa ocasión, se expusieron tres experiencias de trabajo y estudio variadas en cuanto a la temática, al encuadre de trabajo y a los actores involucrados. La presentación de ArqCom Santiago por parte de la responsable tuvo como punto más importante su acento en lo colectivo. Destaco que trabajaban participativamente tanto en la escala domestica como en la barrial.

 

Estas exposiciones fueron:

1)      Un trabajo de diseño participativo de una reforma unifamiliar, que el autor título “el tiro por la culata”.  Se trataba de una vivienda entre medianeras, de un dormitorio. Tenía problemas de organización espacial y calidad de iluminación y ventilación de los ambientes, entre otros aspectos menores. Tenía un recurso disponible, escaso, dado por un subsidio. El arquitecto de la comunidad fue muy preciso en el relato, detallado, demostrando un conocimiento profundo del proceso de los pobladores y la vivienda. En términos proyectuales, las alternativas no merecerían mayores comentarios. Sin embargo, del caso expuesto, nos resultó de lo más llamativo, que luego de  exponernos el proceso de la generación participativa de tres alternativas, nos contaron que los recursos disponibles por esa familia no eran compatibles con ninguna de las tres variantes presentadas. Los proyectistas entendían que realizar los proyectos era una experiencia que esa familia “merecía”, más allá de la utilidad de los mismos. Hicimos algunas preguntas, y nos llevamos otras para seguir pensando.

 

Exposición de los Arquitectos de la Comunidad de Santiago de Cuba.

Exposición de los Arquitectos de la Comunidad de Santiago de Cuba.

 

2)      Luego de un corte breve, un arquitecto de la comunidad que realizo la Maestría de Vivienda Social, expuso su tesis, El trabajo de investigación consistía en la evaluación de la situación estructural del parque habitacional de la ciudad en relación a los movimientos sísmicos. Un exhaustivo trabajo que concluía en una serie de propuestas para mejorar el control de las obras que se realizan y atender especialmente los aspectos estructurales de los proyectos que tramita ArqCom. Entre los conceptos que resumían su conclusión, presento la idea de trabajo en arquitectura social como prevención, cuestión que encontramos muy afín a los criterios que trabajamos en Proyecto Habitar en nuestra propuesta de atención primaria de hábitat, que implican el conocimiento territorial profundo, construido de manera participativa, interdisciplinaria e intersectorial,  de la escala de vivienda y barrial como política pública.

 

3)      Por último, un estudiante de tercer año, mostro su propuesta para la realización de vivienda colectiva sobre la avenida José Martí. La variedad tipológica y alguna complejidad programática en el espacio público, daban cuenta de la incorporación de variables que no sean estrictamente vinculadas al módulo habitacional enriqueciendo el desarrollo de proyectos urbanos de carácter social. Este trabajo también abrió un momento de debate sobre la necesidad de la exploración, de la investigación proyectual, durante el proceso de formación, que favorezca la creación de soluciones apropiadas, asociadas a la lectura correcta de la necesidad habitacional en toda su complejidad. Durante este tramo del debate también fue central la idea del derecho a la ciudad, de la perspectiva integral del problema habitacional. La perspectiva contraria por su parte, hegemónica en las políticas públicas habitacionales cubanas, que ha sido generada a partir de la respuesta habitacional parte de prototipos únicos de viviendas colectivas constituida por unidades iguales, sin equipamiento, sin accesibilidad, sin integración productiva, dan por resultado propuestas que padecen de monotonía en su propuesta espacial y formal.

 

Almorzamos todos juntos en un hermoso lugarcito para comer, al aire libre bajo la protección de las sombrillas, en el cruce de la avenida de la Américas y la calle M. Éramos de la partida los profesores cubanos Rafael y Eliane, el arquitecto Walter de Colombia, Eugenia y quien escribe de Argentina.  Luego partimos a la segunda parada del día, la visita a un conjunto de viviendas recientemente terminado, donde se encontraba relocalizada la población que vivía en el mismo barrio de la ciudad, pero en viviendas insalubres autoconstruidas. Resultaba interesante conocer esta experiencia, luego de la reunión anterior en la que comenzamos a entender la práctica de los arquitectos de la comunidad de la ciudad, los proyectos que se gestaban desde la Facultad, y las elaboraciones teóricas de los especialistas locales.

 

El conjunto San Pedrito, se ubica en la Avenida Capitán Raúl Perozo y Jesús María, al norte de la ciudad, en un sector urbano recortado entre un área residencial vulnerable, la estación de trenes, el cementerio, próximo a la boca de la Bahía. Consiste en tiras de cuatro pisos que conforman un conjunto de quinientas viviendas. La imagen general es colorida, porque eligieron colores diversos para diferenciar entre edificios iguales. Las unidades poseen dimensiones, calidad de iluminación y ventilación y terminaciones suficientes para la vida doméstica.

 

Barrio San Pedrito. Imagen Actual

Barrio San Pedrito. Imagen Actual

 

Barrio San Pedrito. Imagen Satelital 2010

Barrio San Pedrito. Imagen Satelital 2010

 

Barrio San Pedrito. Imagen Actual

Barrio San Pedrito. Imagen Actual

 

El espacio público que existe entre torres, inclusive el que espacio entre el conjunto de viviendas y el resto de la ciudad, no ha recibido ningún tratamiento específico, es un espacio público destinado al acceso y circulación. Está resuelto con unas mínimas sendas peatonales y algo de iluminación, el resto es un manto general de pasto. Por su parte, la secuencia de acceso a las viviendas está determinada un hall de acceso abierto donde se abren las puertas de acceso a las viviendas, tanto en PB como en altura; pasillos y escaleras que se enclavan a este sitio se resuelven desde una perspectiva funcional ligada a la necesidad de dar respuesta al ingreso. Nos llamó la atención que en el conjunto no se observaba ninguna propuesta de espacio que favorezca el intercambio social, el encuentro de las familias de un mismo piso, de varios pisos, ni la estancia de una familia en un descanso o conversación amena que pretenda interrumpir su tránsito al tercer piso. Esto nos lo llevamos como pregunta para conversar con los proyectistas de la obra que veríamos más tarde en la empresa de proyecto.

 

Al pasar nos tomamos un cafecito en lo de nuestra amiga la profesora Sonia Quesada, que afortunadamente nos recordaba con cariño, renovó su excelente predisposición para con los visitantes bienintencionados como nosotros y su invitación a su casa hasta la próxima visita en Santiago. Luego del café, partimos a nuestra última escala de trabajo, la empresa de proyectos.

 

Este momento fue otra buena experiencia desde el punto de vista de la arquitectura. El edificio donde se ubica la EMPROY 15 esta organizado de manera de obetner una espacialidad rica, comprendida historicamente. Es una obra de las primeras diseñada por el arquitecto Choy, uno de los más reconocidos de Cuba, a la sazón compañero de estudios de nuestro colega anfitrión en la visita, el profesor Rafael. La obra conjuga los beneficios constructivos y económicos que brinda la prefabricación, con la obtención de una variedad de escalas y calidades espaciales, asociadas a las funciones que allí se desarrollan. Todo esto sin descuidad una característica fundamental para esta zona geográfica que es ser sismo resistente. Espacios sociales de reunión y acceso que resuelven las actividades que allí se realizan, y aportan una diversidad de situaciones de relación entre ellos.

 

EMPROY 15. Arq Choy

EMPROY 15. Arq Choy

 

Llegamos al tercer piso del edificio, donde nos esperaba un responsable del área de proyectos. Las empresas estatales de proyecto trabajan para el estado, y para inversores privados (hasta los momentos extranjeros). Quizás no sea sencillo transmitir de qué se tratan las empresas de proyecto. Son edificios dedicados puramente a la elaboración de diseños de arquitectura e ingeniería civil, proyectos y pliegos que permitan su construcción. En el caso de la empresa que visitábamos se trata de un edificio de cuatro pisos, en el que trabajan diariamente más de cien profesionales. No se trata de empresas presupuestadas (el estado no garantiza salarios) sino que deben tener una economía autosuficiente. Existen varias empresas en el estado cubano dedicadas a la construcción, entre las que se da, según nos comentaba nuestro interlocutor una “competencia amigable”. En el mismo sentido, nos decía que se van perfilando como empresas especialistas en algún sector de la producción. Por ejemplo la EMPROY 15 era reconocida en Cuba y en la región como especializada en arquitectura hospitalaria.

 

La EMPROY 15 era la responsable del proyecto del barrio “San Pedrito”. Entonces, con la visita fresca, y las reflexiones múltiples que veníamos realizando desde la mañana, aprovechamos la hora y media que nos brindó generosamente nuestro colega para hacerle todas las consultas que podíamos.  Nos explicó el funcionamiento de la empresa, y allí aprendimos algunas cuestiones propias de la gestión pública del hábitat en Cuba que resultan sustanciales para destacar:

En Cuba el territorio es planificado, como la economía toda. Se generan planes regionales y urbanos que van desde los Municipios hasta las Provincias, que determinan los lineamientos generales de acción de todas las reparticiones públicas. En concordancia con este criterio, por su parte, las empresas estatales poseen una división de incumbencias clara, especificando sus responsabilidades, límites y alcances. Hacia el interior de la EMPROY 15, se repite la estructura,  frente a un programa determinado, existen especialistas en áreas que van resolviendo aspectos particulares del proyecto. 

 

Podemos señalar que existen, a partir nuestra experiencia de conocimiento del país y de nuestros objetivos en relación a los procesos de producción de ciudad y los derechos de los ciudadanos, al menos dos dificultades importantes que hemos detectado, que se repiten tanto en la escala territorial como en el interior de estas organizaciones productivas.

 

En primer término,  un problema de falta de integración en la relación entre las áreas que trabajan la totalidad la planificación. Allí operan de manera confluyente la determinación de los lineamientos generales en la escala superior y la relativamente reducida capacidad de decisión que existe entre los compartimentos inferiores en el proceso, como si estos últimos oficiarán de generadores de insumos o diagnostico sin generar lineamientos que suban a las instancias superiores donde la distancia con la realidad muchas veces convierte lo cualitativo en cuantitativo. Esto puede verse tanto en las áreas de gestión de la ciudad, como en el interior de la empresa de proyecto y la falta de integración de los diferentes aspectos del proyecto durante la etapa de diseño convierte el proceso de transformación del hábitat en una solución habitacional. Una excepción importante a esta observación surge en la metodología de trabajo que junta a los docentes en su rol de planificadores de la enseñanza con los estudiantes. En la Facultad en la práctica docente del colectivo de profesores, se integran permanentemente la tarea pedagógica en horizontal (las áreas de un nivel) y en vertical (los niveles de una carrera), cada estudiante tiene un docente tutor que lo acompaña desde el comienzo  de la carrera y en los últimos años su formación se desarrolla realizando una práctica profesional en alguna de las modalidades de contratación que tiene el estado para un arquitecto: Trabajo en Planificación, Empresas de Proyecto, Arquitectos de la Comunidad.

 

En segundo lugar, la valiosa secuencia de espacios de decisión colectiva de distintas escalas, va generando síntesis realizadas por representantes en sucesivas escalas de aproximación hasta llegar a los grandes lineamientos. Estos procesos, en la estructura de gestión de la problemática urbana actual, tienen tiempos que no siempre permiten responder ágilmente a la realidad dinámica de la ciudad contemporánea.

 

Existe entonces un desfasaje entre la dinámica de la realidad territorial y la de la gestión urbana que requeriría otros aportes a la gestión de los cambios necesarios, operados desde el territorio, promoviendo inclusive la asociación y modificación provisoria de organismos de trabajo existentes (como los CDR o las organizaciones de trabajadores de empresas locales). En definitiva, estrategias participativas desarrolladas en el territorio, que sin pretender oponerse a los objetivos democráticos de la estructura actual, optimicen la relación dialéctica entre lo planificado y la dinámica de la realidad.

 

Día 12. Playa Siboney

 

El día posterior permitió reponer energías luego de tanto trabajo, por el acento turístico y playero que pusimos en su programación. Ascendimos un cerro cercano que termina en un curioso mirador denominado “La gran piedra”, que puso en jaque nuestro estado físico. Conocimos algo de la historia local, desde los cafetales de la Colonia, hasta la granja Siboney donde se alojara Fidel Castro y los asaltantes del cuartel Moncada. Para terminar en día de contemplación de una bella playa local que también lleva el nombre Siboney.

 

Vista desde "la gran piedra"Vista desde «la gran piedra»

 

Día 13. Arquitectura Local y Cayo Granma.

 

El siguiente día, ultimo de nuestra estadía en Santiago de Cuba, nos dedicamos a pasear por distintos sitios de la ciudad. Durante la mañana fuimos a ver obras emblemáticas de la ciudad, como la sede del Rectorado de la Universidad de Oriente, un edificio típicamente moderno con grandes aberturas y rampas que van asociando los espacios de recorrer y de trabajar, en los que a su vez se hace presente la imponencia de la naturaleza y la ciudad circundante.

 

Edificio del Rectorado. Llegando.Edificio del Rectorado. Llegando.

 

Edificio del Rectorado. Rampas, naturaleza y ciudad

Edificio del Rectorado. Rampas, naturaleza y ciudad

 

Luego pudimos recorrer la plaza de la revolución y el teatro Heredia. Una obra interesante, también desde el punto de vista espacial. En este viaje nos dimos la chance de mirarla mejor y valorar sus aciertos espaciales. Nos explicaron por ejemplo, que la simetría que organiza mucho de su distribución, esta también determinada por los requerimientos que impone la zona sísmica. Los grandes espacios y circulaciones cuyas relaciones variadas integran un gran espacio total urbano y público, conviven con el eclecticismo de grandes estructuras metálicas y aberturas neocoloniales de madera.

 

Teatro Heredia. Arq Choy. Espacio publico principalTeatro Heredia. Arq Choy. Espacio público principal

 

Teatro Heredia. Arq Choy. Imponente sala, que abre tambien hacia la plazaTeatro Heredia. Arq Choy. Imponente sala, que abre tambien hacia la plaza

 

El paseo termino en el Fuerte sobre la Bahía y la caminata final –lancha mediante- alrededor del pintoresco cayo Granma.

 

Cayo Granma. Desde la lancha.

Cayo Granma. Desde la lancha.

 

Día 14 Despedida.

 

El viaje de vuelta a la Habana fue más amable que el primero, quizás por nuestra previsión de abrigo y acumulación de sueño. Al llegar a la ciudad, almorzamos en casa de Ana Teresa, quien nos esperaba con la misma hospitalidad de siempre y una rica comida. Apenas llegamos a prepararnos para el viaje, llegando al aeropuerto en medio de una lluvia importante que inundaba el camino, dando a nuestra salida un aire de dramatismo de lo más apropiado para un viaje inolvidable.

 

Facultad de Construcciones. Universidad de Oriente. Cuba

Facultad de Construcciones. Universidad de Oriente. Cuba

 

Esta experiencia, tan rica humana, intelectual y arquitectónicamente hablando, nos ha permitido crecer en la conciencia de la complejidad del problema habitacional y el diseño de sus propuestas. Nos invita a continuar en la línea de trabajo que conoce la necesidad de abandonar la pretensión de elaborar soluciones generalizadas, respuestas cerradas o recetas universales. Afianzando en nosotros la idea de trabajar colectivamente, de generar instancias de colaboración que permitan integrar los aportes de todos en la tarea de conocer la realidad, la necesidad territorial de los pobladores de las ciudades latinoamericanas, y junto a ellos, diseñar los procesos de gestión y las obras de arquitectura necesarias que vayan construyendo una ciudad social y espacialmente más justa. Sabemos entonces que, por un lado esta experiencia, nuestro segundo viaje a Cuba, no será la última visita a la Isla. Por otro lado, ya estamos proyectando nuevos destinos, para conocer más de la rica y diversa actividad humana, desplegada desde los protagonistas de las necesidades habitacionales, y de su lucha cotidiana por revertir esta situación.

Diciembre,2013. Arq. Julián Salvarredy y Arq. Eugenia Jaime, en Proyecto Habitar.

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Proyecto Habitar