Autoras: Eugenia Jaime, Gabriela Torrents; Colaborador: Ricardo De Franceso

 

Desde Proyecto Habitar trabajamos con distintas organizaciones sociales a lo largo de estos 10 años en la promoción del Derecho a la Ciudad en los barrios populares, y en este proceso hemos conocido múltiples situaciones de vulnerabilidad a la que se exponen constantemente. Existe un factor común en la relación entre el habitar de esos barrios y la profundización del riesgo ambiental que los atraviesa. Esta condición espacial que afecta la vida cotidiana de sus habitantes tiene origen en otras dimensiones propias de una producción urbana que es excluyente: la informalidad jurídica, las dificultades en el acceso laboral, las deficientes condiciones de la infraestructura urbana, entre otras. El riesgo ambiental es una manifestación de estos procesos desiguales, que debe leerse de manera multidimensional y multiescalar, interpelando al sistema de relaciones en el que se inscriben los barrios populares, para comprender porque estos continúan siendo territorios ambientalmente vulnerables.

En esta oportunidad queremos presentar dos casos localizados en el Área Metropolitana de Buenos Aires, en los que hemos desarrollado trabajos de investigación y de asesoría urbana: el barrio Monte Matadero en Quilmes, y el barrio Nicole en La Matanza. Este artículo restituye brevemente las adversas condiciones en las que se han producido ambos barrios, con la perspectiva de contribuir, desde una mirada crítica, en la proyección de las mejoras necesarias para hacer de ellos, barrios saludables.  

 

Barrio Monte Matadero, Quilmes

El municipio de Quilmes está ubicado en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Se trata de un territorio escasamente requerido por accidentes geográficos, pero notoriamente estructurado por su relación con el Río de la Plata y por las cuencas hidrográficas que lo componen.

Esta planicie de escasa capacidad de evacuación natural dificulta su escurrimiento frente a las sudestadas y se encuentra afectada por su condición de borde costero. Existen al menos tres condicionantes producto de los procesos de urbanización que dificultan el drenaje natural hacia el Río de la Plata:

  1. Los rellenos del CEAMSE[1], que modificaron la topografía de la planicie configurando un relieve que supera los 25 metros de altura.
  2. El Ferrocarril, cuya traza divide el municipio en dos atravesando las zonas más altas del territorio y generando un obstáculo para el escurrimiento de los arroyos.
  3. La Autopista Buenos Aires-La Plata que traza una barrera y limita el acceso a la costa.

En el barrio Monte y Matadero existen tres cursos de agua, el canal Monteagudo que oficia de límite entre el barrio El Monte y El Matadero, y dos zanjones aliviadores del agua de lluvia: uno paralelo a la autopista y el segundo, perpendicular al anterior y a la autopista es el límite SE del barrio. Cuando éstos se obstruyen las consecuencias para la comunidad son graves. 

En las inmediaciones de los zanjones se observan espacios libres sin edificar cuya vacancia es anterior a 1960. La vegetación en el sector es abundante, aunque se ha visto diezmado por la deforestación, hecho que ha favorecido al anegamiento de la zona.

La autopista Buenos Aires-La Plata configuro una barrera para el escurrimiento de las aguas y un límite material para la llegada de la población al río. La lectura de las cotas de nivel da cuenta del riesgo hídrico al que está expuesta la población ya que el barrio queda entre la cota 5 y 3,75m.

En los últimos años se implementaron políticas de mejoramientos de espacios públicos mediante la construcción de canchas de futbol de pasto sintético, políticas que continúan sin abordar el problema de las inundaciones:

Desde que hicieron las canchas, las zanjas y en particular la que bordea la Autopista, cuando rebalsa el agua, se inundan porque no hicieron un desagüe, no hay lugar donde pueda salir el agua y queda estancada ahí.

Desde el punto de vista urbano, las características del proceso de transformación territorial ponen de manifiesto la negación de las condiciones naturales y ambientales del sector. Hechos que inciden en la vida cotidiana de la población:

Uno de los problemas principales de las familias es la Salud, pero creo que no hay mucha conciencia, las personas no se dan cuenta que les puede afectar, pero sí hay problemas en lo Económico por todo lo que se lleva el agua cuando se desborda el zanjón, creo que ese es uno de los problemas que más afecta a las familias. Porque siempre que el zanjón desborda se ve a los vecinos pedir colchón, se busca conseguir ropa.

En este contexto, son las familias quienes se organizan para afrontar los problemas. En una actividad con niñes elaboraron videos[2] para visibilizar las inundaciones en el barrio. Si bien estas acciones son valiosas no son suficientes. Para abordar la situación se requieren políticas públicas que permitan dar respuesta a los problemas:

Lo que nosotros estuvimos trabajando es la mirada entre las mismas familias, los grados de responsabilidad. Las familias, las personas y los individuos tienen una responsabilidad que es no tirar la basura, pero sabemos que el problema viene de arriba, que hay una Municipalidad, un Estado que debería hacer algo con el zanjón, la limpieza y acompañar a las familias con información. Hay mucho desconocimiento sobre el tema. Antes culpaba a los vecinos ahora me pregunto por qué tenemos que caminar cinco cuadras para tirar la basura. Creo que esa sería una buena intervención, acompañando a las familias a entender el problema. Y no que se tire la basura por naturalidad [3].

  

 

Barrio Nicole, La Matanza

Barrio Nicole es un barrio popular que se encuentra en Virrey del Pino, partido de La Matanza. Creado en 1997 por aproximadamente 100 familias que fueron relocalizadas allí, provenientes de los desalojos de dos tomas de tierras: una en Ciudad Evita (La Matanza) y otra en Villa Fiorito (Lomas de Zamora). Frente al adverso contexto económico y social que vivieron muches trabajadores durante los años 90, producto del feroz neoliberalismo que profundizaba esa desigualdad histórica en los barrios populares, la oferta de ser relocalizades por parte de las autoridades locales se presentó como la única alternativa posible para acceder a una porción de tierra para vivir.

Al ser trasladades al lugar prometido, ubicado a 17 cuadras de la Ruta 3, a la altura del km 35,   se encontraron con 60 has de tierras descampadas, desprovistas de servicios y equipamientos. Rodeados por el predio del CEAMSE de González Catán (el barrio está a 150 mts), el Arroyo Morales, cementerios privados, atravesados por una línea de alta tensión, levantaron las primeras viviendas autoconstruidas sin saber que 3 años después sufrirían el impacto de la primera inundación. 

Muchas vecinas recuerdan las fuertes inundaciones del año 2000. En esa oportunidad la totalidad de les vecines del barrio debieron ser evacuades de sus viviendas. En los sucesivos años, esta situación de vulnerabilidad ambiental se ha acrecentado, a causa de las represas construidas sobre los afluentes del Rio Matanza Riachuelo, para evitar los desbordes de este curso de agua sobre los barrios cerrados que han impulsado distintas desarrolladoras.

La historia de este barrio es una historia de constante lucha, organización popular y autogestión, signada por hechos de injusta desigualdad, como la muerte de varies niñes durante los primeros años del asentamiento, a causa de las precarias condiciones en las que se encontraban las instalaciones de las viviendas. Estos problemas, sumados a su cercanía con el relleno del predio del CEAMSE, han instalado la presencia de enfermedades respiratorias (que se agravan durante el invierno) y cutáneas, causadas por la alta contaminación de la tierra, afectando principalmente a niñes y adultes mayores.

Actualmente en el barrio viven más de 1500 familias, según el Registro Provincial de Villas y Asentamientos de la Ley 14.449 de Acceso Justo al Hábitat. Estas familias son mayoritariamente jóvenes y numerosas, y frente a las dificultades para acceder a una vivienda, en los últimos años se han comenzado a asentar sobre el margen del arroyo Morales y en nuevas tomas de tierras que se encuentran alrededor del asentamiento original.

Luego de las inundaciones ocurridas el 12 de octubre de 2019, en la que sufrieron grandes daños y pérdidas, muchas de ellas debieron ser evacuadas hacia refugios improvisados. En el municipio de La Matanza, más de 20000 personas fueron afectadas por las fuertes lluvias, y 5000 tuvieron que evacuarse de sus viviendas. El barrio Nicole, estuvo entre los 4 barrios más perjudicados del municipio, lo que motivó a iniciar un proceso de trabajo colectivo con Proyecto Habitar.   

Desde el equipo de la Asesoría Urbana de Proyecto Habitar, durante octubre, noviembre y diciembre de 2019, junto a las Mujeres Autoconvocadas del barrio e integrantes del Centro Popular 26 de julio, elaboramos un diagnóstico físico social para conocer el estado de situación de las viviendas y del barrio.

En instancias de participación, se desarrollaron las preguntas de las entrevistas y los criterios de selección de los casos a relevar, en un dialogo democrático y apropiado con las vecinas. El proceso estuvo enfocado en conocer las múltiples desigualdades espaciales que les habitantes viven cotidianamente en el barrio, y a su vez, con una perspectiva de géneros, el modo en que esas desigualdades se profundizan en las vivencias de las mujeres y los cuerpos feminizados, tanto en la distribución del espacio como en la distribución de recursos.

Este diagnóstico trascendió el ámbito de los talleres barriales, y fue presentado por las vecinas en distintos ámbitos de gestión municipal, provincial y nacional. Fue un aporte en un proceso histórico mayor, en el que promovimos la apropiación consciente y colectiva de lo aprendido y el reconocimiento de la potencialidad de un trabajo común. Este trabajo es una herramienta de lucha, frente a la omisión histórica de su realidad, en manos de quienes viven esta injusta desigualdad y buscan alcanzar mejores condiciones habitacionales.

 

Algunas reflexiones

Este artículo nos permite aproximarnos a la comprensión de los problemas ambientales de los barrios populares, desde una perspectiva que más allá de lo que conocemos en primera instancia. En estos casos presentados, nos motiva compartir estas experiencias vinculadas a situaciones de vulnerabilidad, ya que entendemos que esta no se explica solamente con las características de la localización sobre terrenos inundables o la cercanía a los focos de contaminación, como generalmente sucede.

El abordaje de este problema multiescalar y multidimensional requiere de la aplicación de políticas públicas que actúen de manera relacional, teniendo en cuenta otras dimensiones más allá de la física (económicas, políticas, sociales, culturales) para dar lugar a procesos situados de mitigación de estos conflictos ambientales.

 

 

[1] Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado

[2] «Jóvenes con Memoria» 2019. Trabajo Audiovisual sobre el Arroyo Monteagudo, realizado por los chicos del El Garelli – Asoc. Civil Villa Valdocco Quilmes.  Link al video

[3] Citas extraídas de la entrevista realizada a Noelia Peyraube referente del barrio.

 

Author

Proyecto Habitar